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Mayo 2012
En la Grecia Clásica, la palabra “humor” (que hoy refiere generalmente a los estados de ánimo), era utilizada para nombrar los líquidos con los que, según se pensaba, estaba constituido el cuerpo humano. Estos líquidos eran la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra. Para Hipócrates, la «bilis negra» o μελαγχολια («melancolía», μελαγ: melán, negro; χολη: jole, hiel, bilis) era indicador de tristeza. En los dibujos de Tania, el líquido oscuro que inunda los espacios cotidianos representados bien podría asociarse a esta concepción hipocrática. Este “humor”, este líquido, se presenta a primera vista como algo que no debería estar allí. Y es que el pánico, la angustia, la fobia, parecen siempre a punto materializar algo, porque es justamente nuestro cuerpo el que actúa como si un peligro, algo terrible, acechara donde físicamente no hay nada. Y qué mejor que el líquido para representar un estado que lo invade todo, que se filtra a través de las cavidades, desde el techo, el teclado de la computadora, que llena de terror el vacío de la heladera. En el prólogo de Yonqui, Burroughs, siempre interesado en las alucinaciones y la posibilidad de corpórea de las mismas, escribe: “[…] mis primeros recuerdos están teñidos por un miedo de pesadilla. Me asustaba estar solo, y me asustaba la oscuridad, y me asustaba ir a dormir a causa de mis sueños, en los que un horror sobrenatural siempre parecía a punto de adquirir forma”.
“Melancolía” viaja desde el pasado al futuro. En “La herencia”, el legado se afirma como un pasado ajeno, actuando sobre el propio presente y futuro. Es la presencia fantasmática del otro antes de mi, a través de los objetos. En la segunda serie, las líneas del dibujo a lápiz y el estilo tipográfico con que están escritas las distintas fobias que nombran a las imágenes de “La casa”, comienzan a realizar su articulación sobre el futuro. Esas líneas, esa tipografía (que pertenecen al estilo del dibujo técnico, a la manera de las proyecciones hechas por un arquitecto), también nos están diciendo algo. ¿Qué hace entre ellas ese líquido negro invadiéndolo todo, inundando estos espacios proyectados? Si las proyecciones son representaciones de los espacios en el futuro, entonces lo que tal vez nos quieran decir estas imágenes es que ese “humor”, esas fobias, esa angustia, nos seguirán acompañando, como si estuviéramos arrastrándolas de aquí para allá, pegadas en las suelas de nuestras zapatillas.
Txt: Lucas Collosa
Tania Vaiana: http://www.flickr.com/photos/tvoid/
Tremenda (galería y tiendita de arte) 